¿ Intimidad compartida ?

Diseño de una habitación de hotel para el que será, más adelante nuestro "gran frankenstain". Para esta semana simplemente se requería el diseño de una sola habitación, que las semanas siguientes multiplicaremos por 3000 para conseguir esa densidad y carga critica que ponga en cuestión el modelo.

Tras mirar la normativa para las habitaciones de hotel de 4 y 5 estrellas, viendo que no tenían nada de especial, simplemente unas superficies, alturas y elementos mínimos, la duda era, ¿por dónde empezar?
Este ejercicio era sobre la habitación, lo intimo. Entonces, porqué no diluir la intimidad a la que estamos habituados. Porque no romper la idea burguesa en la que lo intimo (baños, aseos...) escapan a lo macizo, como colocarlos en un rincón y con paredes completamente opacas. ¿ por qué no pueden ser de un material translucido, de cierta transpariencia que permita intuir las formas de lo que se está realizando en el interior. Para el que está al otro lado, requiere de un ejercicio racional para entender lo que sucede dentro, sin saberlo seguro, puede intuirlo, equivocandose,  o no tanto. Muchas veces las espectativas VS realidad, suelen sorprender. Del mismo modo, que insinuar funciona mejor que el mostrar.


Para multiplicar esta sensación, se procede a dividir el baño en sus diferentes componentes y colocarlos con una aparente aleatoriedad razonada por la habitación, pudiendo llegar a rodearlos completamente. Dándoles así un carácter de mobiliario y creando al mismo tiempo una sensación laberíntica en el interior de la habitación. Con la posibilidad de esconderse dentro de la habitación, o de estar sin ser visto.





Pero durante el proceso y a la hora de juntar una habitación con otra, sucede otra cosa imprevista que comparte rasgos con lo anterior pero es muy diferente. Si estos elementos de baño-aseo, con el mismo cerramiento translucido se insertan dentro de la otra habitación... Imaginemos estar en una habitación y de repente notar una presencia al ver como tu vecino, entra en su baño pero aparentemente es como si entrase en una parte de tu dormitorio. Y lo mismo sucedería con los elementos propios, deberíamos adentrarnos como en la parte del vecino. Con el plus de que la habitación del vecino no conecta con tu propio pasillo por lo que nunca llegarías a conocer con quien estas compartiendo esas relaciones. Sólo conoces su silueta y de una manera confusa, el resto , lo fabrica tu cabeza.