Activadores de presencia


Los elementos del baño-aseo se descomponen un unidades colocadas en las paredes colindantes, hasta tal punto que pasan al otro lado de la pared, como introduciendose en el espacio de la otra habitación y no solo ahí, sino al ser el perímetro de estas trasnlucido, la luz se presenta en la habitación continua y por consiguiente la sombra. El "vecino" puede estar tranquilamente recostado y de repente sentir la presencia de un extraño en su habitación, al que puede comenzar a prestar atención, interes por él o simplemente mirar para otro lado como si fuese una parte más del mobiliario. Del mismo modo nos sucede lo mismo a nosotros. Sin embargo, la interactuación con el vecino es meramente un juego de luces y sombras, ya que las habitaciones meramente colindantes acceden por un pasillo diferente al nuestro.



Si pudiesemos quitar a un conjunto de habitaciones el techo, obtendriamos una visión similar a esto, donde las diferentes partes de los baños actúan como una linterna, que penetra tanto en la habitación propia como en la del vecino, teniendo así en una misma habitación, hasta tres interacciones simultaneas de diferentes clientes, sin conocer poco más que la eneblada visión de su figura.